La decoración con espejos es una forma de arte tradicional persa, y en ninguna parte esto es más evidente que en los santuarios y mezquitas resplandecientes. Ambos edificios están recubiertos con pequeños espejos y vidrios coloridos de diseños intrincados desde sus pisos hasta sus cúpulas. Visitar los santuarios es una experiencia literalmente deslumbrante: los pequeños espejos geométricos en las paredes refractan la luz desde muchos ángulos.
¡Visitar los santuarios sagrados es imprescindible mientras estás en Irán!