El interior del santuario sagrado de Shah-e Cheraq está completamente recubierto con pequeños espejos. El portal con una preciosa decoración de azulejos da paso al patio interior, uno de los mayores en Irán. Sobre el mausoleo destaca la cúpula sostenida por un elevado tambor y el minarete, ambos recubiertos de cerámica.
El santuario es hermoso en cualquier momento del día, pero la mejor hora para visitar ese conjunto es al atardecer cuando la fachada de la portada, la cúpula y el minarete están iluminandos.