Es indiscutible que es Isfahán es uno de los hitos en un viaje a Irán, incluso muchos visitantes regresan a sus respectivos países con la sensación de que la ciudad que embelleció Shah Abbas es su preferida del periplo por el territorio iraní. La abundancia y diversidad y magnificencia de los monumentos de Isfahán, y el benigno clima, son atractivos más que suficientes para confirmar la impresión que se llevan los visitantes. Si a todo esto le sumamos la variada oferta en artesanía que encontramos en los bazares y sobre todo la gentileza de sus gentes, es evidente que Isfahán es un destino que merece ser recorrido y vivido con tranquilidad y detenimiento.